¿Qué es la economía circular?
Poner fin a la economía lineal
En primer lugar, nos ayuda a comprender cómo es nuestro modelo económico actual, que por desgracia es lo contrario a una economía circular. En la economía «lineal» tradicional, nuestros recursos tienen un ciclo de vida de recogida-fabricación-eliminación: extraemos materias primas para fabricar productos, los utilizamos y los desechamos después de su uso. Esto se debe a que los productos son difíciles de reciclar, debido al diseño del producto o a las dificultades para recoger el material o simplemente a que la sociedad no se preocupa por reciclarlos.
En este modelo actual de recogida, fabricación y eliminación, grandes cantidades de material se desperdician. Se trata de un sistema insostenible para las personas, el planeta y los beneficios, ya que nuestro medio ambiente y las economías de todo el mundo dependen de un planeta que solo tiene recursos finitos. Por ejemplo, los cálculos muestran que más del 70 % de los embalajes de plástico terminan en vertederos o, lo que es peor, se acumulan en nuestras calles y océanos. Sin embargo, la mayoría de los plásticos pueden reciclarse varias veces, por lo que cuando se desecha el plástico, no solo se pierde el propio material, sino también su valor futuro.
En total, se han producido 8300 millones de toneladas métricas de plástico desde la década de 1950, pero solo el 9 % se ha reciclado. Los investigadores estiman que 6300 millones de toneladas métricas de material se han desperdiciado. Si seguimos esta trayectoria con « como hasta ahora», estudios recientes estiman que 29 millones de toneladas métricas de plástico terminarán en el océano anualmente. Y eso es solo plástico; ni siquiera incluye vidrio, aluminio o materiales utilizados en la construcción, como el acero y el cemento.
¿Cómo funciona la economía circular?
La economía circular es un método de diseño de sistemas que ofrece un cambio muy necesario. Al tratarse más bien de una mentalidad o una forma de configurar un sistema y no de una tecnología o cosa específica, el concepto se utiliza a menudo en contextos muy diversos. La economía circular puede definirse como un sistema regenerativo, donde redefinimos qué es el crecimiento, asegurándonos de construir economías que tengan efectos positivos en el capital natural, social y económico. La economía circular se basa en tres principios:
1. Diseñar productos para evitar los residuos y la contaminación
2. Mantener los productos y materiales en uso
3. Regenerar los sistemas naturales
Una forma sencilla de entender el concepto es pensar en nuestras economías (nuestros sistemas de lo que compramos, comemos y usamos) en la analogía de un árbol. Un árbol utiliza la luz solar, los nutrientes y el agua del suelo, y el dióxido de carbono para crear hojas verdes y producir oxígeno. Cuando llega el otoño, estas hojas caen al suelo. Después del invierno, los nutrientes de las hojas son absorbidos de nuevo por el suelo, útiles para ese árbol o incluso para el árbol de al lado. Y así continúa en ciclos interminables, donde todo tiene un propósito y nada se desperdicia. En pocas palabras, estos procesos naturales son lo que la economía circular pretende emular.
Un elemento importante de la economía circular es el concepto de «diseño para el reciclaje». El reciclaje puede referirse a varios procesos, pero lo principal es que los materiales y productos tienen muchos ciclos de vida porque están diseñados de una manera que mantiene el valor y la calidad. Si usted fuera un fabricante de botellas a punto de fabricar una nueva botella, se preguntaría: ¿cómo puedo fabricar esta botella para que pueda reciclarse una vez vacía y tenga el mayor valor posible para el productor y los recicladores de botellas?
Un estudio reciente destaca la importancia del reciclaje no solo para fines materiales, sino también para reducir las emisiones relacionadas con la producción. Si nos fijamos en los materiales plásticos en particular, una tonelada métrica de materia prima plástica reciclada compensa de media las emisiones de gases de efecto invernadero equivalentes a 1,9 toneladas de CO2. Además, los modelos de reutilización, el reciclaje y la verdadera economía circular de los materiales (a diferencia de los vertederos y la incineración) generan beneficios y puestos de trabajo ecológicos. El reciclaje es uno de los medios clave para una economía circular, ya que garantiza que no se pierda material y reduce los costes medioambientales del consumo.
Poner en práctica la economía circular
Las economías circulares están transformando las industrias y ocupan un lugar destacado en las agendas políticas y sociales de todo el mundo. En TOMRA, utilizamos nuestra tecnología basada en sensores para hacer posible la economía circular de varias maneras. TOMRA Collection trabaja con soluciones para el reciclaje de circuito limpio de envases de bebidas. Al devolver sus envases vacíos en una máquina de vending inverso (RVM), está dando a su botella o lata el mejor punto de partida posible para convertirse en un nuevo envase, al utilizar una infraestructura dedicada a la devolución de esos productos para mantener los materiales separados y de mayor pureza y calidad. En TOMRA Recycling trabajamos con tecnología industrial a gran escala para clasificar los residuos mezclados en distintos tipos de materiales. Esto optimiza la producción y la calidad de los materiales reciclables, como el plástico, los metales y el papel.